jueves, 26 de junio de 2008

Manifestantes del Tibet


El boletín de AMNISTÍA INTERNACIONAL nos trae esta información:

Con el cierre del Tíbet, no se sabe nada de un millar de manifestantes

20 junio 2008

Mientras la antorcha olímpica viaja a Lhasa, Amnistía Internacional ha instado al gobierno chino a que proporcione información sobre el más de un millar de personas detenidas durante las protestas del pasado marzo, y ha pedido que se permita libre acceso al Tíbet a los observadores independientes.

La petición se ha producido al tiempo que Amnistía Internacional publicaba una actualización sobre la situación en el Tíbet desde el estallido de violencia. En ella se examinan la violenta represión –que aún continúa– contra los manifestantes, la situación de las personas detenidas –incluidas las que, según los informes, han sido golpeadas y privadas de atención médica y comida adecuadas– y la fuerte censura a la que se enfrentan periodistas y residentes del Tíbet.

“Apenas sale información del Tíbet, pero la que sale dibuja una triste imagen de detenciones arbitrarias y abusos contra personas detenidas”, ha manifestado Sam Zarifi, director del Programa para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional.

“Ahora que la antorcha se aproxima a tierras tibetanas, debería aprovecharse la oportunidad para arrojar alguna luz sobre la situación que se vive allí.”

Los informes oficiales sólo incluyen datos del reducido número de personas que han sido condenadas tras juicios cuestionables.

A los periodistas extranjeros sigue bloqueándoseles la entrada en el Tíbet. Los escasos informes que amigos y familiares han podido hacer llegar a los medios de comunicación y las organizaciones tibetanas hablan de que la policía y las fuerzas de seguridad han confiscado teléfonos móviles, ordenadores y otro equipo de comunicaciones en centenares de asaltos a monasterios, conventos y domicilios privados, lo que impide físicamente a miles de personas comunicarse con el mundo exterior.

Quienes se atreven a buscar maneras de enviar información sobre las protestas y las detenciones a los medios de comunicación extranjeros o a las organizaciones de derechos humanos se exponen a la detención y el encarcelamiento.

“El cierre completo del Tíbet está permitiendo que abusos contra los derechos humanos tales como detenciones arbitrarias, malos tratos y una fuerte censura queden sin denunciar e impunes”, ha manifestado Sam Zarifi.

“Centenares de personas languidecen en prisiones chinas por expresar de forma pacífica su opinión, en condiciones espantosas y sin que sus familias sepan siquiera dónde se encuentran. El paso de la antorcha debe brindar a los periodistas la oportunidad de ver la situación real sobre el terreno y promover las ‘Olimpiadas libres y abiertas’ prometidas en el Plan de Acción Olímpico de Pekín.”

Las autoridades chinas no sólo han detenido a monjes y monjas, entre otros manifestantes, sino que también han atacado a artistas tibetanos que no han participado directamente en las protestas. Lo que estas figuras tienen en común son sus esfuerzos para proteger y conservar la cultura tibetana. Jamyang Kyi, conocida cantante, presentadora de televisión y productora, fue detenida el 1 de abril en su trabajo en la emisora de TV Qinghai y permaneció recluida en régimen de incomunicación al menos un mes antes de que, según se cree, la pusieran bajo arresto domiciliario, y eso sólo tras pagar una fuerte multa.

miércoles, 25 de junio de 2008

el Lunes 23 de junio




sábado, 21 de junio de 2008

Ciclo de memoria histórica en Soyapango

en San Salvador


miércoles, 18 de junio de 2008

Comunidad garifuna de Honduras

Santos Feliciano Aguilar Álvares fue secuestrado, golpeado y amenazado de muerte el 5 de junio por un grupo de hasta 10 hombres, presuntamente guardias privados de seguridad que trabajan para una empresa inmobiliaria local en San Juan. Santos Feliciano Aguilar Álvares es miembro de la comunidad afrodescendiente garífuna de San Juan, departamento de Atlántida, en el norte de Honduras. Unas horas antes del incidente había participado en una asamblea comunitaria a la que asistieron representantes de la inmobiliaria local a la que acusa de estar presionando a la comunidad garífuna para que venda sus tierras.

Hacia las nueve y media de la mañana del 5 de junio, los desconocidos rodearon a Santos Feliciano Aguilar Álvares cuando caminaba por una calle a las afueras del pueblo de San Juan, mientras se dirigía a hacer unos encargos. Los hombres secuestraron a Santos Aguilar y lo llevaron a un lugar propiedad de la empresa inmobiliaria, donde lo golpearon. Mientras lo retenían contra su voluntad, lo acusaron de ser la "oreja de los directivos del Nuevo San Juan", y lo intimidaron diciéndose unos a otros: "matémoslo y enterrémoslo aquí mismo".

Santos Feliciano Aguilar Álvares fue liberado poco después de la paliza, y las lesiones que sufrió requirieron tratamiento hospitalario. Amnistía Internacional considera que su seguridad y la de otros miembros de la comunidad garífuna corren peligro.




INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

Los grupos indígenas de Honduras, entre los que se encuentra la comunidad afrodescendiente garífuna, llevan más de una década luchando para reafirmar su derecho a la tierra que llevan generaciones habitando. Su tierra la codician empresas que quieren construir complejos turísticos que desplazarían al pueblo garífuna.

Los miembros de la comunidad han sufrido amenazas y actos de intimidación en relación con su lucha por proteger sus derechos a la tierra. En marzo y junio de 2006, Jessica García, dirigente indígena, fue acosada y amenazada a punta de pistola para que firmara la cesión de una tierra perteneciente a la comunidad (AU 219/06, AMR 37/005/2006). En noviembre de 2005, un incendio provocado destruyó los bienes de Wilfredo Guerrero, otro dirigente garífuna. Tres jóvenes miembros de la comunidad fueron asesinados en 2006, y se ha acusado a unos agentes de policía en relación con sus muertes.

ACCIONES RECOMENDADAS: Envíen llamamientos para que lleguen lo más rápidamente posible, en español o en su propio idioma:

  • expresando preocupación por la seguridad de Santos Feliciano Aguilar Álvares y otros miembros de la comunidad garífuna de San Juan;
  • instando a las autoridades a tomar medidas inmediatas para poner en práctica las medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el fin de garantizar la seguridad de la comunidad garífuna;
  • pidiendo que se lleve a cabo una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre las amenazas y ataques contra Santos Aguilar y sobre las amenazas, los ataques y los homicidios de que han sido víctima anteriormente los dirigentes y miembros de la comunidad garífuna; pidiendo que los resultados de esa investigación se hagan públicos y que se lleve a los responsables ante la justicia;
  • recordando a las autoridades que la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos reconoce la legitimidad de las actividades de los defensores y defensoras de los derechos humanos y su derecho a llevarlas a cabo sin restricciones y sin temor a represalias;
  • instando a las autoridades a tomar medidas inmediatas para poner fin a la intimidación de los pueblos indígenas.

viernes, 13 de junio de 2008

Estado salvadoreño en desacato por incumplimiento de sentencia

¿Recuerdan esta conferencia de prensa del 24 de octubre del 2007? Pues ya pasó un año y no parece que haya cambio alguno.

Noticia publicada en el diario latino el día 13 de junio de 2008

La Comisión de Seguimiento Caso Monseñor Romero y la Concertación por la Paz, la Dignidad y la Justicia Social, demandaron del Presidente de la República, Elías Antonio Saca, dar cumplimiento a las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, emitidas en el año 2000.

La Asamblea del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los pueblos de América latina “Óscar Romero” (SICSAL), que contó con delegaciones de Europa, Asia, El Caribe Sur y Centroamérica, el 27 de abril, en la ciudad de Guatemala, resolvió enviar una carta al mandatario salvadoreño.

En el año 2000, la CIDH, emitió tres recomendaciones que debía cumplir el Estado salvadoreño. La primera se refería a la realización de una investigación judicial completa para identificar, juzgar y sancionar a todos los autores materiales e intelectuales.

La carta que se entregó en Casa Presidencial esta mañana expone “la profunda preocupación” de estas organizaciones, por la falta de (cumplimiento) de la sentencia de la CIDH, que aleja la justicia en el magnicidio de Monseñor Óscar Arnulfo Romero.



Asimismo, la reparación de las violaciones, incluido el pago de una justa indemnización a los familiares y la adecuación de la legislación interna (salvadoreña) a la Convención Americana, a fin de derogar la Ley de Amnistía.

David Morales, jurista de la Concertación por la Paz, explicó que era vergonzosa la actitud del Estado salvadoreño de mantenerse en “desacato”, frente a las recomendaciones de la CIDH; así como, la negociación privada entre agentes del Estado y la Iglesia Católica.

“Queremos que intervenga el Presidente (Elías Antonio Saca), como jefe de Estado, para que, el proceso de diálogo que mantiene el Arzobispo Sáenz Lacalle, y la Canciller (Marisol de Barillas), se mueva bajo los estándares del derecho internacional, y así el pueblo salvadoreño sepa qué han venido discutiendo a lo largo de estos ocho meses”.

La preocupación de las organizaciones no se circunscriben sólo al incumplimiento de las recomendaciones, sino que, a las acciones encaminadas a reconocer el magnicidio no correspondan a la violación u ofensa cometida.

Por su parte, Miguel Angel Guzmán de CEBES, instó a Monseñor Sáenz Lacalle a que aplique el pensamiento “social de la Iglesia Católica”, en los procesos de reconciliación tras graves violaciones a los derechos humanos.

“No podemos pensar que se esté negociando el dolor y martirio de Monseñor Romero, porque si bien él tiene una identidad religiosa, pertenece al pueblo salvadoreño y ha servido de inspiración a otros muchos, en la búsqueda de la verdad, la paz y la justicia. Así que le pedimos a Monseñor Sáenz Lacalle, respetar las disposiciones de la CIDH, y velar por el cumplimiento”, acotó.

Del fallo de la CIDH han habido dos revisiones, 2005 y 2007, y ante el incumplimiento de las recomendaciones el Estado salvadoreño, ha entrado en desacato.