Algo interesante para leer...
POR UNA EDUCACION SEXUAL CIENTIFICA Y LIBRE DE PREJUICIOS.
¡¡ESTADO LAICO YA!!
Según informaban los medios de comunicación el lunes 4 de agosto, el Gobierno de El Salvador, a través de los Ministros de Salud Guillermo Maza y la Ministra de Educación Darlyn Meza, firmaron en México un compromiso de revisar e implementar programas y políticas de salud sexual en las escuelas y colegios antes de 2010. Es una buena noticia pues contribuirá a enfrentar algunos de los graves problemas de derechos y salud sexual y reproductiva existentes en el país:
Como informaba el Diario de Hoy (Educación sexual. Concluyen guías para 500 mil alumnos. 4 de septiembre 2006), "En El Salvador, tres de cada diez embarazos son en adolescentes. En el primer semestre de 2006, 9,071 jóvenes dieron a luz; niñas y adolescentes se convirtieron en madres en cuestión de horas. La tendencia, el 29,8 por ciento de los partos atendidos, lejos de disminuir, aumentó en los últimos años".
"En 2001, por ejemplo, representaba el 28,04 de los alumbramientos. Los abortos espontáneos registrados en el sistema sanitario también se ensañan con las jóvenes; en uno de cada cuatro está detrás una menor de 19 años, un porcentaje que se mantiene invariable en los últimos años".
"Dina Bonilla, de la gerencia de atención al adolescente del Ministerio de Salud, añade otros riesgos de la maternidad temprana. "De las 48 muertes maternas registradas en 2005, 12 correspondían a adolescentes entre 15 y 19 años".
"Para algunos especialistas, el embarazo es la cara más visible de la falta de programas integrales de educación sexual e información entre los jóvenes. La menos visible son las infecciones y la deserción escolar. Por ejemplo, la encuesta de Salud Familiar (Fesal) 2002-2003 indica que el 51,3 por ciento de las menores de 15 años que quedó embarazada no volvió a las clases. Un porcentaje similar tomó la misma decisión en el grupo de 15 a 19 años".
Posiblemente estas cifras y la realidad individual de cada una de estas jóvenes sería distinta si hubieran tenido acceso a una educación sexual con bases científicas, objetiva y carente de prejuicios.
Es digno de atención que las cifras que nos ofrecen son a partir del año 2001, fecha en la que el Ministerio de Salud y Educación mandaron quemar el manual de educación sexual "De adolescentes para adolescentes", coaccionados por la jerarquía de la iglesia católica, que consideró que la información aprobada por estos ministerios, no coincidía con los conceptos morales que difunden en sus iglesias. Si en ese momento el Estado de El Salvador, siendo coherente con su carácter laico, hubiera mantenido el programa, posiblemente muchos de esos embarazos y abandonos escolares se hubieran podido evitar.
Por eso es preocupante leer la rápida reacción del máximo representante de la jerarquía católica en el país, que hace las siguientes declaraciones (La Prensa, 4 de agosto de 2008):
"La Iglesia católica, en voz de su jerarca, monseñor Fernando Saénz Lacalle, expresó ayer en conferencia de prensa su rechazo contra la enseñanza del uso de preservativos en el sistema educativo nacional público y privado.
"Una gran preocupación que tenemos es el tema de la educación sexual. Me parece muy bien, con tal de que sea educación y no perversión sexual", externó ayer Saénz Lacalle.
La iglesia no acepta el uso de métodos de planificación familiar fuera del matrimonio. Para Saénz Lacalle, la abstinencia sigue siendo el mejor método para espaciar los nacimientos y evitar enfermedades de transmisión sexual.
"Con respecto a los preservativos, me parece que es una estupidez inmensa y un suicidio terrible", manifestó Sáenz Lacalle", …."Las partículas de VIH/SIDA son tan mínimas que pueden pasar por los poros del preservativo. Quizás eliminan el 83% de posibilidad de infección, pero siempre hay un 17%. Incluso desde el punto de vista científico eso es un riesgo espantoso", precisó.
"El jerarca también cuestionó y puso en duda los estudios que sugieren el uso de preservativos. "No sé qué piensan los, entre comilla, científicos o preocupados por la salud. ¿No son ellos los que están provocando el contagio de enfermedades venéreas?"
Como ciudadanas y ciudadanos queremos expresar una serie de consideraciones ante estas declaraciones.
- La arrogancia y prepotencia con que se expresa el señor Saenz Lacalle, es una de las peores muestras de las posiciones fundamentalistas. Es la misma arrogancia con que la Santa Inquisición condenó a Galileo Galilei por decir que la tierra giraba alrededor del sol o a Miguel Servet por afirmar que la sangre circulaba a través de las venas, errores científicos y condenas injustas por las que el Vaticano no se ha disculpado todavía. Con ese mismo fanatismo el señor Saenz Lacalle, llama estúpidos a la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, a UNOSIDA y a la inmensa mayoría del cuerpo médico y científico, que ha comprobado por diversos medios científicos y estadísticos, como el uso del condón contribuye sensiblemente a la disminución de la transmisión del VIH SIDA, otras enfermedades sexuales y previene los embarazos no deseados. Llamar estúpidos a los que tienen opiniones diferentes nos parece un mal camino para contribuir a construir políticas públicas de consenso en materia de derechos sexuales y reprodcuctivos.
- El señor Saenz Lacalle se muestra preocupado porque la educación sexual no sea perversión sexual. No sabemos en qué criterios se basa para hacer tal afirmación. Podemos respetar que su iglesia predique y promueva entre sus miembros unas normas sexuales basadas en la abstinencia, en el no reconocimiento del derecho al placer, etc.; pero no nos parece que la jerarquía católica haya mostrado una buenas prácticas para el manejo de la sexualidad entre sus miembros.
Y tal como señala el mencionado informe, la jerarquía de la iglesia católica, no se centró en proteger y apoyar a las víctimas, sino en intentar ocultar el problema con el pago de indemnizaciones muy elevadas para que los afectados retiraran sus demandas y cerrar los casos.
Para mayor información recomendamos ver el siguiente video elaborado por la BBC, la agencia informativa inglesa con alto prestigio y rigurosidad periodística, que fue divulgado por la red pública de televisión británica en su programa "Panorama"
Para ver el video poner el cursos sobre la dirección y hacer Ctrl+clik
http://www.tu.tv/videos/
Después de verlo, posiblemente tendremos información importante para poder valorar si la jerarquía de la iglesia católica y el Vaticano son los consejeros más apropiados para orientar las políticas públicas sobre educación sexual y reproductiva y, sobre todo, si ha defendido los derechos de las niñas y niños frente a sus abusadores, cuando estos formaban parte la estructura de la iglesia católica. Nos parece que si el señor Saenz Lacalle, está preocupado porque no se pervierta a la niñez deberían de poner su mirada sobre todo en los curas pederastas, no protegiéndolos ante la justicia civil, sino colaborando para su condena y brindando apoyo a las víctimas.
- Para definir la politica pública de educacion sexual y reproductiva es necesario que sean consultadas las diversas instancias del Ministerio de Salud, relacionados con la salud sexual y reproductiva, las organizaciones profesionales de medicina y enfermería, en especial la de ginecología y obstetricia. Así como instancias del Ministerio de Educación, asociaciones magisteriales, asociaciones de madres y padres de centros educativos, organizaciones no gubernamentales que trabajan con jóvenes y adolescentes y organizaciones de mujeres. Es decir todos aquellos sectores gubernamentales y ciudadanos que están relacionados con la educación, atención y garantía de los derechos de la juventud y adolescencia.
Los criterios que deben de regir estas políticas educativas deben de ser en primer lugar científicos, basados en el conocimiento y en la investigación, en los datos estadísticos que nos muestran resultados y tendencias. No se debe permitir que se trasmita a la juventud afirmaciones acientíficas como que el condón no sirve. El estado debe de basar la educación en la trasmisión de información veraz y comprobada.
En segundo lugar, pueden tenerse en cuenta los principios éticos que son aceptados mayoritariamente por la sociedad, siempre que no supongan la renuncia a ningún derecho humano universal, ni la violación de los derechos de los demás. Ninguna "costumbre" puede atentar contra un derecho ciudadano.
- En este contexto las diversas organizaciones e instituciones ciudadanas, entre ellas las iglesias, pueden aportar e impulsar su enfoque sobre esta politica educativa, pero nunca pretender que a través del Estado se impongan sus creencias a toda la sociedad. Sus opiniones deben ser escuchadas, pero igual que se deben de escuchar las de la comunidad científica, el sector médico, las organizaciones de jóvenes, mujeres, etc.
En este sentido queremos analizar la legitimidad y representatividad de las burocracias religiosas en ciertas cuestiones de moral sexual con incidencia en políticas públicas. Ya que, aunque un importante sector de la ciudadanía se adscriba a una determinada iglesia, esto no quiere decir que los principios que defienden sus pastores, sacerdotes y obispos, coincidan con las prácticas de esas ciudadanas y ciudadanos, tal como nos muestra una reciente encuesta realizada en Lima por el Instituto de Opinión Pública (IOP) de la PUCP sobre temas de ética sexual. Al tiempo de manifestar su opción por el matrimonio (79%), un 51% de los encuestados manifiesta que no es indispensable contraer matrimonio religioso para ser felices, un 56% no considera que una mujer "deba" llegar virgen al matrimonio, el 70% piensa que es una buena idea convivir antes de casarse y un 77% opina que la sexualidad no tiene como fin sólo tener hijos sino también sentir placer.
Si a ello le agregamos lo que muestra el Barómetro Social de la Universidad de Lima tendremos un panorama muy poco "ortodoxo": sólo un 6.7% de mujeres admiten que la opinión de la iglesia católica influye sobre su planificación familiar contra un 44% que se basa en su propia opinión y un 48.4% que hace caso a la pareja o parientes cercanos. Un 85% está de acuerdo con los métodos anticonceptivos artificiales y la mayoría acepta el aborto en casos de violación, riesgo de feto con malformaciones o peligro para la vida de la mujer embarazada.
Como vemos, se vive una ética sexual y reproductiva diferente a la promovida por las jerarquías episcopales y vaticanas, pero ello no significa que las y los católicos renuncien a su fe religiosa o al sentido de pertenencia a su iglesia, pues según el Censo Nacional de 1993 un elevado porcentaje de la población se sigue declarando católica. (Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú. "Encuesta Pareja y sexualidad", año II, febrero 2007.Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima. Estudio 359, Barómetro Social. V Encuesta Anual sobre la situación de la mujer, Lima metropolitana y Callao, 17 y 18 de febrero de 2007.)
Por tanto para construir una politica de estado, escuchar las opiniones de la jerarquía de una iglesia no da ninguna garantía de que sean representativas de lo que piensan las personas integrantes de esa iglesia.
En conclusión, las ciudadanas y ciudadanos que queremos avanzar en la garantía de los derechos sexuales y reproductivos de la juventud, debemos tener una presencia activa en el debate por la inclusión de la educacion sexual en el sistema educativo, para que sea basada en información científica y objetiva, sea universal es decir la reciban todas las y los estudiantes independientemente de que asistan a una escuela pública o privada) y esté basada en un enfoque de derechos y de equidad de genero.
Medicos, personal de salud, personal de psicología, educadores, madres y padres organizados, organizaciones de mujeres y de jóvenes, debemos hacer oír nuestras propuestas y llegar a un consenso, no permitir que como en 2001 sean jerarcas eclesiales los que impongan las políticas de Estado.
Hay que distinguir lo que son políticas públicas a promover y garantizar por el Estado y lo que son las creencias particulares y privadas que cada persona puede practicar en los diversos ámbitos de su vida y que la Constitución le respeta. Así como la libertad de creencias y religión que cada persona puede practicar libremente según sus convicciones, pero sin pretender que el Estado haga cumplir preceptos y reglas producto de una determinada concepción religiosa, ni que se imponga al conjunto de la sociedad.